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FERNANDO DE ARAQUE CABALLÓN

Fue elegido alguacil mayor de su villa natal el 10 de Diciembre de 1666 y años más tarde se le concedió un hábito de la Orden de Santiago.

Se le hizo merced de una plaza de capa y espada supernumeria en el Consejo de Hacienda el 7 de Enero de 1685 y tomó posesión de ella a los pocos días (18 de Enero de 1685), pero debió abandonarla dos años más tarde cuando se reformó la plantilla del Consejo y poco tiempo después pasó a servir como veedor general del Ejército de Cataluña, en cuyo desempeño mereció el favor y reconocimiento del Duque de Villahermosa, quien los hizo presente al Monarca para que los remunerara condignamente.

Gracias a la representación del Duque de Villahermosa se le concedió, nuevamente, entrada y ejercicio de una plaza en el Consejo de Hacienda "de que fue reformado, para cuando vuelva a la corte, con calidad de que continúe en aquel empleo (veedor), sin más goce que el que hoy tiene y que no venga a servirla hasta que sea mi voluntad (31 de Diciembre de 1689), merced de la que se le libró título en el año siguiente (7 de Marzo de 1690).


Fernando de Araque Caballón nació en Castillo de Garcimuñoz el 16 de Noviembre de 1647. Caballero de la Orden de Santigo y Consejero de Hacienda.

Hijo de Antonio de Araque, nacido en la villa de Garcimuñoz el 17 de Diciembre de 1619, y de Teresa del Salto y Castilla, bautizada en la misma villa el 29 de Marzo de 1627.

Sus abuelos paternos fueron Hernando de Araque, natural de la citada villa del Castillo y Catalina Ramírez de Arellano, natural de la villa de Requena y sus abuelos maternos fueron Juan del Salto y Castilla, natural del Catillo de Garcimuñoz y y su regidor y alcalde ordinario e Isabel Clara Dorotea de Caballón, natural de la villa de Moya (Cuenca)
Fue elegido alguacil mayor de su villa natal el 10 de Diciembre de 1666 y años más tarde se le concedió un hábito de la Orden de Santiago.

Se le hizo merced de una plaza de capa y espada supernumeria en el Consejo de Hacienda el 7 de Enero de 1685 y tomó posesión de ella a los pocos días (18 de Enero de 1685), pero debió abandonarla dos años más tarde cuando se reformó la plantilla del Consejo y poco tiempo después pasó a servir como veedor general del Ejército de Cataluña, en cuyo desempeño mereció el favor y reconocimiento del Duque de Villahermosa, quien los hizo presente al Monarca para que los remunerara condignamente.

Gracias a la representación del Duque de Villahermosa se le concedió, nuevamente, entrada y ejercicio de una plaza en el Consejo de Hacienda "de que fue reformado, para cuando vuelva a la corte, con calidad de que continúe en aquel empleo (veedor), sin más goce que el que hoy tiene y que no venga a servirla hasta que sea mi voluntad (31 de Diciembre de 1689), merced de la que se le libró título en el año siguiente (7 de Marzo de 1690).
Javier Barrientos Grandon